Desde hace 14 años he atendido a miles de personas con dificultades de muy distinta etiología y grado de complejidad en sus patologías. Desde aquellos que presentaban dolores físicos hasta los que estaban cursando el estadio terminal de su enfermedad.
En todos los casos, eran Seres Humanos que necesitaban fundamentalmente encontrarse con alguien que quisiera escucharlos con el corazón.
Muchos de ellos ya habían transitado por los consultorios de profesionales que los habían atendido en 15 minutos y les habían ordenado estudios o simplemente les habían recetado un medicamento pero NO LOS HABÍAN ESCUCHADO. Los más, estaban hartos de deambular por clínicas y hospitales sin hallar solución a su padecer.
Me considero una persona muy afortunada, porque fui formado y guiado por grandes maestros que me hicieron aprender a escuchar y a vibrar en resonancia con mis pacientes y gracias a ellos pude acceder a la riquísima información que tenían guardada y que era la llave para llegar al verdadero origen de sus padecimientos.
Estos años de experiencia me han permitido desarrollar una técnica y un modo de abordaje del paciente que han demostrado ser ampliamente eficaces para permitirles mostrarnos su dolor y además descubrir el propósito de ese dolor para entonces poder relacionar y sintetizar en una terapia de shock que apunta al Alma para ayudarla a sanar.
Haber estado acompañado por mi esposa y colega Adriana Larco, fue y es un cable a tierra y un permanente intercambio de experiencias e información que fueron enriqueciendo aún más a la Terapia y a nosotros como Terapeutas.
Creo sinceramente que ha llegado el momento de compartir esta información con todos aquellos que sin ánimo de competencia, sin celos profesionales y con pureza de espíritu, estén ávidos de enriquecer sus conocimientos y técnicas ya adquiridas, dándoles a estas una visión holística e integradora.
Considero que lo más adecuado es hacerlo en un entorno austero y maravillosamente natural que invita a la sana convivencia entre colegas y personas deseosas de ampliar sus horizontes, en el que sin duda saldremos todos enriquecidos.
Si ya estás en ese camino, perdón por entretenerte. Si quieres evolucionar, sos bienvenido y será para nosotros un placer compartir todo lo poco o mucho que tenemos para dar desde la experiencia, pero fundamentalmente desde el corazón.
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